miércoles, 30 de septiembre de 2009

Una esperanza frustrada: La inminente crisis política en los gigantes asiáticos y su probable impacto en Chile.


F. Duque Ph.D.
Profesor Titular Ciencia Política
Universidad de Los Lagos
Septiembre 2009.
Introducción
Chile tiene esperanzas de alcanzar el desarrollo en los próximos diez años, algunos miembros de la elite están pensando que ya que este no se alcanzó para el bicentenario, se deben hacer todos los esfuerzos necesarios para llegar a esta meta en el 2018. En otras palabras, se desea con tremendo fervor y esperanza entrar a la liga de países integralmente desarrollados. En la actualidad, estos países privilegiados conforman una pequeñísima minoría de la humanidad. Para alcanzar este desarrollo se han puesto todos los esfuerzos y esperanzas en el modelo exportador de materias primas y muy particularmente el cobre. La elite chilena confía que gracias al vigoroso y robusto proceso de desarrollo económico de China y de la India en los próximos diez años, el cobre seguirá a precios altos durante la próxima década. Se argumenta que si el cobre se mantiene por sobre los dos dólares la libra, el país podrá así formar el capital de inversión necesario para hacer el salto de exportador de materias primas a exportador de productos con valor agregado y con ello, alcanzar el nivel de país económico, cultural y socialmente desarrollado.
La elite chilena piensa y espera que los gigantes asiáticos continúen siendo el motor del desarrollo mundial. La elite reconoce que los países ricos se encuentran en recesión y ella probablemente podría durar por varios años más. La elite sabe que el primer mundo sufre una gravísima crisis estructural. La distribución del ingreso regresivo en occidente y Japón ha reducido drásticamente los salarios y poder de compra de las clases medias y clases trabajadoras. Al mismo tiempo se ha aumentado exponencialmente la riqueza de los sectores adinerados y empresariales. El crédito fácil, por un tiempo (tres décadas), logró mantener el consumo de las grandes mayorías. Pero es precisamente el colapso del crédito lo que desató la actual crisis.
La deflación en occidente se ha evitado, hasta ahora, gracias a los trillones de dólares que los Estados han debido inyectar a la economía privada. Esta enorme suma se ha calculado en alrededor de seis trillones de dólares. No obstante, la burbuja que se desarrolló entre los años 2002 y 2007, fue alimentada por 15 trillones de dólares, provenientes de la transformación de la deuda privada en bonos transables. Por lo tanto, los Estados occidentales, tendrían que inyectar nuevas sumas aún mucho mayores a fin de seguir evitando la catástrofe. Pero en algún momento esas enormes sumas de dinero deberán retirarse, si es que se desea evitar una inflación galopante. En otras palabras, la solución de una crisis crea otra y así sucesivamente. A menos que se adopten políticas socialistas y francamente intervencionistas, occidente esta condenado a sufrir una larguísima crisis tipo “ele” (L), tal como la que ha sufrido Japón en los últimos diez años. Pero la esperanza de alcanzar el desarrollo por parte de la elite chilena, es probable que no se realice y esto por que tanto China, como India, no podrán escapar a la leyes de la historia y estarán condenadas a tener severas crisis de modernización dentro los próximos diez años.
En otras palabras, ambos países sufrirán violentas turbulencias sociales y políticas, las que a su vez crearán bruscas caídas temporales en sus respectivos procesos de crecimiento económico. Por supuesto, que así como los países que actualmente son desarrollados pudieron con éxito resolver sus problemas de crecimiento; eventualmente China e India continuarán su ascenso a la modernidad. No obstante, estos ocasionales tropiezos o resfríos, que los gigantes asiáticos sufrirían dentro de la próxima década, ellos serán mortales pulmonías para los países pequeños y abiertos al comercio mundial. Es así como una vez más Chile será un caso de desarrollo frustrado.
Este trabajo, utilizando la teoría del desarrollo político de Samuel. P. Huntington, hace un análisis institucional de los dos gigantes asiáticos y llega a la conclusión que el desarrollo político o institucional de tanto India como China no está a la par de sus rapidísimos procesos de movilización y modernización económica y social. Consecuentemente, hay una gran probabilidad que estos dos países sufran las crisis de crecimiento que han sufrido todos los países actualmente desarrollados. Una depresión económica temporal de los gigantes asiáticos, parecida la que sufrió Japón en los últimos años; sería suficiente para arruinar las esperanzas del desarrollo chileno en la próxima década. Este trabajo esta conformado por cuatro partes. La primera discute con algún grado de detalle la teoría del desarrollo político de Huntington. Este autor utilizando dos variables construye un modelo que trata de describir, explicar y predecir, el proceso de desarrollo político. La variable horizontal grafica el nivel de modernización y movilización de los países analizados. Este nivel puede ser bajo o alto, dependiendo de indicadores tales como: urbanización, industrialización, alfabetización, y muchísimos otros relacionados con el desarrollo económico y social que ha alcanzado el país bajo análisis. La variable vertical incluye el nivel de institucionalización o desarrollo político. Este nivel puede ser también bajo o alto. Si las organizaciones políticas son nuevas, con poca legitimación, poca eficiencia y no son capaces de dirigir y controlar adecuadamente a la sociedad, entonces el desarrollo político es bajo. Si por el contrario, la organizaciones que conforman el sistema político son maduras (es decir, con un cierto grado de antigüedad), son legitimas, efectivas y eficaces y cuentan con el respeto de los ciudadanos; entonces esas organizaciones se han transformado en instituciones y ellas funcionan muy bien y por lo tanto, el sistema político es desarrollado.
Al cruzar estas dos variables es decir, modernización socioeconómica y nivel de institucionalización, se obtienen cuatro cuadrantes donde se pueden ubicar los distintos países del mundo. En el primer cuadrante o sea, el que tiene baja modernización y baja institucionalización, se ubican algunos países tradicionales y subdesarrollados tales como países del África subsahariana y del sur de Asia. En el segundo cuadrante que tiene baja modernización socioeconómica pero alto desarrollo político, se ubican algunas monarquías absolutas, como son las monarquías árabes ubicadas en le medio oriente y el norte de África. El tercer cuadrante incluye los países de alta modernización socioeconómica y alto desarrollo político. Aquí están Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, los países industrializados de Europa tanto occidental como oriental, la ex Unión Soviética y Japón. En el cuarto cuadrante se encuentran los países con altos niveles de modernización socioeconómica pero bajo nivel de desarrollo político. Aquí se encuentran todos los países latinoamericanos (excepto Cuba) y los países del noreste de Asia. Dentro de este cuadrante se ubican los países a los que Huntington denomina sociedades o estados pretorianos. Huntington señala que el nivel de institucionalización de un país se puede medir con cuatro indicadores importantes y ellos son: adaptación, complejidad, autonomía y cohesión (ACAC). Esta primera parte del presente artículo concluye discutiendo o analizando las características de cada uno de los cuatro indicadores de desarrollo político.
La segunda parte del trabajo aplica la teoría del desarrollo político para analizar el caso de la India. Aquí se concluye que India ha tenido en los últimos años un extraordinario proceso de desarrollo económico y social, pero su nivel de desarrollo político es sumamente precario e insuficiente y por lo tanto, se pronostica que es altamente probable, que India sufra gravísimos problemas políticos en los próximos años.
La tercera parte realiza un análisis a fondo de China. Se argumenta que este país en los últimos 30 años, ha tenido el proceso más masivo y más acelerado de desarrollo económico que jamás ningún otro país ha tenido en la historia de la humanidad. Más de 700 millones de ciudadanos se han movido del campo a la ciudad. Ahora China se ha convertido en la fábrica del mundo, y tiene más de 110 millones de obreros industriales. Ésta, es por cierto, la concentración industrial más grande del planeta. Los niveles de alfabetización y los niveles de desarrollo educacional, también han crecido de forma vertiginosa así como también han crecido los niveles de ingresos de las personas. Existe una clase media de más de 150 millones de individuos, cuando tres décadas atrás esta clase no existía. Se concluye indicando que como consecuencia de este vertiginoso crecimiento económico, China se esta trasformando en una sociedad moderna y movilizada. No obstante, su nivel de institucionalización o desarrollo político tiene gravísimas deficiencias. El partido comunista chino tiene excelentes niveles de desarrollo institucional en los niveles superiores de la pirámide organizacional, y sus líderes superiores son tal vez los mejores que ningún país de la tierra jamás ha tenido antes. No obstante, en los niveles medios y bajos de la organización partidaria, el grado de institucionalización es extraordinariamente defectuoso. Este mismo fenómeno paradójico se da en la estructura burocrática del Estado. Las instituciones que componen la cúspide de la burocracia estatal funcionan muy bien, pero la base de la pirámide tiene gravísimos problemas, particularmente sus organismos descentralizados de nivel regional y local. Este fenómeno de institucionalización incompleta ha creado por supuesto, un desarrollo político insuficiente y es altamente probable que este desequilibrio entre altísima modernización e insuficiente desarrollo político, así como en la India, produzca gravísimos conflictos sociales en los próximos años.
La cuarta parte analiza y discute el probable traspié politológico que se daría en estos dos gigantes asiáticos y señala que si China e India, debido a estos problemas politológicos, entran en un período económico recesionario (aunque éste sea por unos pocos años), el resto del mundo entrará en una aguda depresión. Y esto porque estos dos gigantes son los únicos motores que actualmente arrastran el desarrollo mundial. Esta última parte señala que si este gravísimo fenómeno llegara a ocurrir, esto seria desastroso para Chile y como consecuencia, el país no alcanzaría el deseado nivel de desarrollo para el año 2018. Se produciría así un nuevo caso de desarrollo frustrado. El primero lo analizó Aníbal Pinto a finales de la década de los 50’ del siglo pasado, el segundo ha sido analizado por José Rodríguez Elizondo a comienzos del siglo XXI [i]
I. Teoría del desarrollo Político de samuel p. huntington
Una de las pocas teorías de ciencia política que se aproxima al estatus de ley politológica, es la teoría elaborada por Huntington y que se relaciona con el desarrollo político. Huntington, citando a de Tocqueville, señala que “Entre las leyes que rigen las sociedades humanas, hay una que parece ser más precisa y clara que las otras. Si los hombres desean civilizarse o permanecer civilizados, el arte de la asociatividad debe crecer y mejorar en la misma proporción en que crecen las condiciones de igualdad y progreso material”.[ii] Huntington agrega que gracias a la globalización actual, la igualdad, la modernización y la participación política a nivel planetario está creciendo mucho más rápido que el arte de la asociatividad. Este arte se define como la capacidad para asociarse productivamente con extraños, y buscar esta asociación en base al merito y no a la adscripción. Las tasas de modernización ahora son altísimas y también lo es la participación política. Ellas avanzan rápidamente gracias a la alfabetización masiva y al impacto de la prensa, la radio, la televisión, el internet, los celulares, y sobretodo, el proceso de urbanización. Pero las tasas de organización e institucionalización, es decir, la capacidad para crear organizaciones eficientes e instituciones que funcionen adecuadamente, son extremadamente bajas. Por lo tanto, la precondición básica que señala De Tocqueville para la existencia de una sociedad civilizada, está en gravísimo peligro. En las sociedades sometidas a un rápido proceso de modernización y desarrollo, el conflicto entre movilización e institucionalización política, constituye el fenómeno verdaderamente esencial de la política contemporánea.
Sin embargo, este tema de la asociatividad productiva, es un fenómeno que ha sido poco estudiado en la literatura relacionada con el desarrollo político. Los autores que trabajan en este tema, enfatizan los procesos de modernización y particularmente los fenómenos relacionados con la movilidad social y el exponencial aumento de la participación política. No obstante, lo que se necesita ahora es enfatizar el tema relacionado con el arte de asociarse positivamente, es decir, el fenómeno de la asociatividad. Este arte es el que trasforma a través del tiempo, simples organizaciones, en verdaderas instituciones políticamente consolidadas. Cuando ocurre este feliz fenómeno, es decir, el crecimiento de asociatividad entre los seres humanos, entonces tenemos verdadero desarrollo político. Como consecuencia de ello, las organizaciones que conforman el sistema político son eficaces, eficientes y productivas. Por lo tanto, hay una diferencia fundamental entre la variable de desarrollo político o institucionalización y la variable llamada movilización política. Estas son dos variables diferentes, los rápidos cambios materiales que impulsan la movilización y participación política (particularmente la urbanización y la industrialización); en forma inexorable socavan y dificultan el trabajo y funcionamiento de las organizaciones políticas existentes en la sociedad. Por lo tanto: rápida modernización sin adecuada institucionalización, produce lo contrario al desarrollo organizacional, es decir, lo que se ha denominado, decadencia política. En otras palabras, produce el caos, la confusión, la anarquía y, finalmente, la revolución y la guerra civil.
Huntington continúa argumentando que el desarrollo político por lo tanto, es un proceso obviamente relacionado pero independiente del proceso de modernización material. En vista de la importancia crucial de esta relación entre movilización por un lado, y crecimiento, consolidación y mejoramiento de las organizaciones políticas por el otro; radica el tema fundamental relacionado con los problemas del desarrollo del tercer mundo. Huntington señala que seria útil y necesario definir el desarrollo político como “El proceso de institucionalización de las organizaciones políticas existentes en una sociedad y también de los procesos y mecanismos que las conforman”. De esta manera se liberan y diferencian el concepto de desarrollo político del concepto de modernización política. Es así como este enfoque puede ser utilizado para analizar y comparar cualquier sistema político. Las dos variables utilizadas pueden ser definidas y operacionalizadas de forma razonable y por lo tanto pueden ser sometidas a mediciones y cuantificaciones. Es necesario agregar que esta teoría huntingtoniana no sugiere un movimiento unidireccional. O sea, un movimiento que siempre avance de lo malo a lo bueno o de lo bueno a lo malo. Aquí no hay teleología positiva ni negativa. Las instituciones políticas pueden crecer, prosperar, consolidarse y desarrollarse; pero también pueden detenerse, atrofiarse, decaer y morir. La teoría focaliza así su atención y análisis, en la relación reciproca entre el avasallador e imparable proceso de modernización social causado por la globalización, y la relativa debilidad y subdesarrollo de la estructuras y procesos políticos. Ya sean estas estructuras de tipo tradicional, transicional o modernas, la inmensa mayoría de estas instituciones políticas son débiles y no están preparadas para dirigir y controlar adecuadamente los avasalladores procesos de cambio político. Huntington agrega que la mayoría de los países del planeta se ven fuertemente impactados por estos cambios imparables. Sólo existe un pequeño puñado de países donde las organizaciones políticas están bien organizadas y son eficientes en mantener el proceso de desarrollo y al mismo tiempo, mantener el orden social. Desgraciadamente en la inmensa mayoría de los países del mundo, esto no es así y el desorden y caos se apodera de vastas regiones de África, América Latina y Asia.
Huntington agrega que la fortaleza y el buen desempeño de la organización y procedimientos políticos, varía en relación con el tipo de apoyo y el nivel de institucionalización que estas organizaciones han logrado obtener a través del tiempo. El tipo de apoyo tiene que ver con la cantidad de ciudadanos que participan y le dan vida a las organizaciones políticas. Si sólo un pequeño grupo de personas de altos ingresos y con altos niveles educacionales, pertenecen y participan en las organizaciones políticas que dirigen el país, y se conducen de acuerdo a procedimientos organizacionales establecidos; entonces se puede decir que el tipo de apoyo ciudadano a estas organizaciones políticas es muy limitado, superficial y altamente inestable. En cambio, si una gran parte de la ciudadanía está debidamente organizada políticamente y sigue ordenada y disciplinadamente los procedimientos políticos establecidos; entonces el tipo de apoyo es sólido, consolidado y amplio. Las organizaciones políticas así, son estables, altamente valoradas y ellas efectivamente afectan y condicionan positivamente la conducta de sus miembros. Esta conducta valorada se repite constantemente y a lo largo del tiempo, se convierte en costumbre y eventualmente, en leyes positivas respetadas por todos. Así, a través de los años, nace el Estado de Derecho.
Huntington señala a continuación, que las organizaciones y procedimientos también varían de acuerdo al grado de institucionalización que ellas tienen. Señala como ejemplo la universidad de Harvard y una nueva universidad creada el año pasado, ambas son organizaciones, pero Harvard, debido a su antigüedad y prestigio, es muchísimo más institucionalizada que la universidad recientemente creada. La manera para elegir al presidente de la republica en los Estados Unidos y la manera de elegir al presidente de un club social, son ambos procesos organizacionales. Pero el proceso de elección del primer mandatario del país, está mucho más institucionalizado que el proceso de elegir al presidente de un club de amigos. Es así como la institucionalización es una fuerza poderosa a través de la cual las organizaciones y procesos políticos logran adquirir valor, estabilidad, legitimidad y prestigio.
Luego Huntington señala que el grado de institucionalización se puede medir a través de cuatro indicadores importantes y ellos son: primero adaptación, segundo complejidad, tercero autonomía, y cuarto coherencia (ACAC).
Adaptación, es la capacidad que la organización tiene para ajustarse y sobrevivir dentro de su entorno, contexto o ambiente. Así, las organizaciones que con éxito han podido sucesivamente enfrentar muchos desafíos históricos podría decirse que son veteranas de muchas luchas y han aprendido de estas crisis. Por lo tanto, son organizaciones más institucionalizadas que organizaciones nuevas. Un aspecto importante de estos desafíos organizacionales es el cambio de liderazgo dentro de la organización. Si este cambio se ha hecho de forma normal, regulada y pacífica y la organización sigue funcionando adecuadamente; entonces se puede decir que la organización ha alcanzado un alto nivel de adaptabilidad. Continuos éxitos a lo largo de los años y la capacidad de vencer diferentes desafíos organizacionales, de algún modo garantiza que futuros desafíos también podrán ser derrotados. Así, la adaptabilidad de la organización se puede medir por su edad cronológica. Como ya se ha mencionado, las organizaciones viejas son mucho más institucionalizadas que las organizaciones nuevas. Todo esto quiere decir que el desarrollo político es necesariamente mucho más lento y mucho más difícil que el desarrollo económico y el desarrollo social. Otra característica de la adaptabilidad es cuando la organización logra sobrepasar su objetivo y función original, cuando lo logra, se trasforma entonces en una organización multifuncional. De esta manera la organización adquiere vida propia, ya que tiene varios objetivos y varias funciones. La organización así es capaz de extraer suficientes recursos económicos de su medio ambiente y con ello, puede sobrevivir y prosperar.
Complejidad, la organización crea gradualmente una gran variedad de subestructuras o sea, la célula original logra exitosamente multiplicarse varias veces y así crecer, formando un organismo multicelular. Problemas y desafíos que no pueden ser resueltos por una unidad determinada, si pueden ser resueltas por otras. La forma más simple y por lo tanto, la menos compleja de un sistema político determinado es la tiranía y por lo tanto, es el sistema más inestable y menos institucionalizado. La organización estructuralmente diversificada, es aquella que da muchos servicios y productos y por ello es mucho más estable y durable que aquellas organizaciones que sólo dan un producto o servicio. La organización que no dispone de suficientes recursos para enfrentar el cambio que es inevitable, no tiene los medios para su conservación y sobrevivencia.
Autonomía, esto quiere decir que la organización no está controlada ni es secuestrada por un solo individuo o pequeño grupo de individuos con intereses particularistas y sectarios. Por el contrario, la organización tiene una gran variedad de personas influenciadas por criterios universalistas y que ponen el bien común por sobre el interés particular. Estos individuos universalistas cooperan entre sí y ayudan al buen funcionamiento de la organización. La organización no se trasforma así en un feudo y tampoco es una organización secuestrada por un individuo, familia o un grupo de interés sectario. Todo esto quiere decir que la organización esta libre de indebidas influencias de tipo interno. Pero la organización también es autónoma e independiente de grupos extranjeros. Las distintas estructuras de la organización están así protegidas del poder de individuos y de organizaciones externas y la organización por tanto, no tolera influencias indebidas. De esta manera no hay fuerzas o poderes foráneos que logren corromper la conducta organizacional.
Coherencia. Mientras más unificada, unida y cohesionada esté la organización, más alto será su nivel de institucionalización. La organización tiene una sola cultura internalizada por todos. Por otro lado, entre más dividida esté la organización o sea, que existan varias subculturas organizacionales antagónicas entre si, y no exista una imagen de mundo o ideología en común compartida por todos; más bajo será el nivel de institucionalización. En la organización coherente y cohesionada, se da un clima organizacional muy especial. Los miembros se respetan y se tratan como los miembros de una familia extendida o un club de buenos amigos. Aquí se da con alta frecuencia aquel precepto ético fundamental que ordena no hacer a otros lo que no se quiere para sí mismo. En este clima organizacional, lo principios éticos son fundamentales y debidamente respetados por todos. Los miembros no sólo tienen confianza entre unos y otros, sino que han llegado a tener lazos de simpatía mutua. En otras palabras, han creado una verdadera y efectiva comunidad. A los miembros de la comunidad no se les maltrata, no se les engaña, no se les estafa y por supuesto, no se les hace daño. El código ético fundamental se ha trasformado en ley; el que lo viola es severamente sancionado. Es así como la unidad cultural, valórica y ética, se mantiene sólida gracias a la amistad, la costumbre y el peso de la ley. Gracias a esta cohesión, los miembros de la organización han logrado aprender con éxito el arte de la asociatividad.[iii]
II. LOS PROBLEMAS INSTITUCIONALES DE LA INDIA.
En gran parte, gracias a los poderosos y bien organizados partidos políticos que China e India han tenido en los últimos años (el Partido Comunista en China y el Partido del Congreso en India respectivamente), el rapidísimo proceso de desarrollo económico ha sido hasta ahora relativamente bien dirigido y controlado y por lo tanto, ha sido un proceso ordenado y pacífico durante las últimas tres décadas. Se puede decir que en el tercer mundo, estos dos gigantes asiáticos hasta ahora han tenido un desarrollo político que ha estado a la par de su enorme y acelerado proceso de desarrollo económico social.[iv]
No obstante, la crisis iniciada a fines de 2007 en Estados Unidos y que se expandió por el planeta, ha cambiado todo el contexto mundial. Este es un gigantesco fenómeno paradigmático que probablemente cambiará la historia del mundo. Es altamente probable que la historia del desarrollo de los países que hoy día son desarrollados (tales como Europa Occidental, Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia y tigres asiáticos) se repita. A partir del año 2010 hay grandes probabilidades de que el planeta entre en gravísimas convulsiones, parecidas a las que se experimentaron en los periodos de violenta recesión económica en los años anteriores a la primera y segunda guerra mundial. Una gran crisis se produjo entre 1910 y 1914. En ese periodo el Dow Jones bajó en un 25% y los bonos europeos perdieron casi todo su valor, el desempleo se expandió como un tsunami por todos lo rincones del planeta. Todo esto fue acompañado dentro de un contexto malsano y venenoso, donde se produjeron numerosas crisis bancarias y grandes escándalos financieros. Por su parte, la catástrofe financiera de 1929-1936 es mucho más conocida y el mundo recuerda con horror, las alzas y caídas de las bolsas mundiales, la deflación galopante, la paralización industrial, y el gigantesco desempleo que se vivió en todos los rincones de la tierra. Nadie en ningún país del mundo salvó inmune de estas dos catástrofes económicas y financieras. Uno tras otro, como alineados dominós, todos colapsaron y sufrieron las consecuencias[v]
Hoy se argumenta con optimismo que la crisis actual es diferente a las grandes crisis anteriores. Se argumenta que los economistas conocen el problema mucho mejor que antes y que los bancos centrales están preparados para este tipo de problemas. Pero el argumento más convincente señala que gracias a China y a la India, el mundo ahora no sufrirá una violenta depresión económica parecida en la que se sufrió en los periodos prebélicos. Se señala por observadores optimistas, que los dos gigantes asiáticos son los suficientemente bien organizados como para continuar con su crucial papel de ser las dos únicas locomotoras, que arrastran el desarrollo económico mundial[vi].
Desafortunadamente, la realidad parece ser totalmente diferente. India está al borde de un conflicto bélico de incalculables consecuencias. Sus vecinos del norte y del oeste, Pakistán y Afganistán respectivamente, ya están en guerra con la civilización anglosajona. A esto hay que agregar que la civilización musulmana y la hindú están enfrascadas en un conflicto donde no hay compromiso posible. En India vive una poderosa minoría de musulmanes (ciento sesenta millones el año pasado) y es muy probable que esta minoría desencadene conflictos suficientemente grandes como para paralizar la economía hindú y también para eventualmente, sumir al país en el fuego de la guerra. Las primeras señales de este conflicto ya se han venido produciendo en Kachemira. A todo esto hay que agregar que un tercio de la India, ya está sufriendo una revolución maoísta. Si todos estos fenómenos negativos ocurren, India con toda seguridad dejará de ser uno de los dos motores que actualmente tiene la economía mundial[vii]. A todo esto hay que agregar un breve análisis sobre algunas características generales, de la organización que dirige el sistema político de la India. El partido del Congreso que actualmente controla y dirige el desarrollo político hindú, ha sufrido un gradual proceso de declinación, decadencia y corrupción, y esto ha afectado severamente su funcionamiento. Para hacer este breve análisis organizacional se utilizan los cuatro indicadores sugeridos por Huntington es decir, la adaptabilidad, complejidad, autonomía y cohesión (ACAC).
La corrupción del partido ha afectado los mecanismos y procesos de adaptabilidad de la organización a su medio o entorno ecológico. Aún cuando el partido del Congreso ha sobrevivido por muchos años y por lo tanto, ha ganado considerable experiencia en el arte de la asociatividad, en los últimos tiempos se han desarrollado problemas graves en el cambio de las elites partidarias. A pesar de que el líder del partido no es un miembro de la familia Gandhi, este grupo familiar sigue siendo el poder detrás del trono por lo tanto, se puede argumentar que el proceso de institucionalización del partido es aún muy incompleto. El cambio de liderazgo generacional no ha sido lo suficientemente efectivo, tal como se da este en un adecuado mecanismo de adaptabilidad[viii]. En cuando al indicador complejidad, es preciso señalar que en efecto, han aumentado las unidades y estructuras del partido en las últimas décadas. La organización ha penetrado en todas los rincones del país, su burocracia también se ha expandido considerablemente. No cabe duda que la organización ha crecido en forma exponencial. Hay muchísimas unidades especializadas y miles de individuos trabajando dentro de ellas, es indudable que el partido ha crecido desde la independencia. No obstante, este crecimiento en la estructura organizacional no se ha traducido en una mayor eficiencia y mejor desempeño en los bienes y servicios que la organización produce para la sociedad. Muy por el contrario, el partido sufre de enorme ineficiencia y corrupción y todo esto se ha producido por la pérdida de la ética e ideología partidaria. El clima organizacional lleno de entusiasmo, dedicación y patriotismo en los primeros años después de la independencia, ha sido reemplazado por un clima burocratizado, donde los miembros del partido buscan su avance y progreso individual y muchos se han olvidado del bien común y el interés nacional.[ix]
El indicador autonomía también ha sufrido un enorme retroceso. La organización del partido ha sido penetrada por grupos particularistas y sectarios que han puesto su interés sobre los de la comunidad; ésta ha sido una tendencia poderosa que ha corrompido gravemente los objetivos de partido. Grupos de interés externo y aliados al gran capital, tanto nacional como extranjero, han logrado secuestrar y controlar unidades claves del partido y con ello, su organización ha perdido considerable autonomía. El partido del congreso ya no vela ni protege los intereses de los ciudadanos ni de los más pobres, ahora se inclinan y protegen los intereses particulares y sectarios de importantes sectores burgueses de la clase media[x]. El indicador cohesión social o sentido de comunidad organizacional, basado en valores compartidos por la mayoría del partido, también se ha deteriorado significativamente. La organización está hoy dividida en varias subculturas o corrientes de opinión antagónicas entre sí. Sólo el carisma de la familia Gandhi ha logrado mantener el partido unido y así evitar un mayor grado de desintegración y corrupción. Esto naturalmente, ha afectado negativamente el desempeño y eficiencia del partido como organización directora del desarrollo político nacional. El partido ya no está unido como antes con una visión de mundo y un proyecto único de país compartido por todos sus miembros[xi].
El deterioro de estos cuatro indicadores son signos de principios decadencia política en la India. El partido del congreso hasta ahora ha sido muy efectivo en dirigir y controlar el proceso de participación política que se ha producido en las últimas décadas. Pero es necesario enfatizar que esos años han sido tiempos relativamente normales. La mega crisis económica probablemente ya ha cambiado todo el contexto, y probablemente ella producirá disturbios sociales y caos político. A raíz de todo esto, India podría dejar de ser uno de los motores del desarrollo mundial.
Recientemente, un número de la revista The Economist ha sido dedicado a la India. En su portada se incluye un titulo que dice “buenas noticias de la India. El significado de la elección mas grande del mundo”. En la página editorial se indica que votaron 417 millones de personas (o sea, una participación política del 58%) y de ellos, 119 millones votaron por el partido del congreso y eso dará al partido un total de 206 diputados en un congreso que tiene 545 asientos. India es un país que tiene el doble del tamaño de la Unión Europea y que posee y usa una gran cantidad de idiomas. La elección le dio un mandato claro al partido vencedor, la buena noticia es que el partido del congreso ya no necesitará, así como en los últimos cinco años, formar coaliciones débiles y corruptas con partidos pequeños. La elección son buenas noticias para el mundo, ya que el partido de derecha (Baratiya Janata Party, BJP) con su política fascistoide, perdió la elección. El BJP cree que los 160 millones de musulmanes que actualmente viven en la india deben desaparecer físicamente o emigrar a Pakistán. The Economist se queja de que esta buena noticia se ensombrece, pues el partido del congreso sigue aún bajo el control de la familia nehru-gandhi. Esta es una verdadera dinastía real, que le ha dado al país tres de los cuatro primeros ministros que el país ha tenido. El actual primer ministro, señor Manmohan Singh, es un destacado economista educado en Oxford y que ha sido primer ministro desde el año 2004. El señor Singh, es un aliado, colaborador y servidor de la familia Gandhi. El artículo señala que será sumamente difícil que Singh continúe con las políticas populistas de los últimos cinco años, ya que el déficit presupuestario del gobierno supera el 11% del producto bruto. Se señala además que si la India desea seguir con su crecimiento de 9 % al año, se deben hacer gigantescas inversiones en infraestructura. Sólo en el área de la energía se necesita instalar plantas eléctricas equivalentes a 25 mil mega wats. También se necesita implementar un gigantesco programa para mejorar la salud y la educación popular. Para ello, el gobierno necesita reclutar millones de profesores y trabajadores de la salud. No obstante, la revista reconoce que esto será sumamente difícil ya que lo políticos y los burócratas están enormemente corruptos, y por lo tanto, el sistema político es sumamente ineficiente. El primer ministro falló en los últimos cinco años en sus esfuerzos por mejorar la administración pública y ello explica los fracasos gigantescos que se tuvieron en sus primeros cinco años de administración. Se da como un ejemplo emblemático que debido a la corrupción burocrática, tanto a la administración pública como al gobierno, le toma un promedio de cuatro años para llenar la vacante de un profesor. De este editorial y de un largo artículo que se incluye de las páginas 29 a la 31 se puede claramente deducir que la India, a pesar de su acelerado crecimiento económico y su altísima movilización política, muestra indicadores de desarrollo humano que son una verdadera vergüenza mundial.
Algunos ejemplos que se dan a continuación son reveladores. 72 Nuevos miembros del parlamento indio, han sido acusados de cometer delitos graves; de los 27 millones de niños que nacerán este año, dos millones morirán en un periodo de cinco años; de los niños sobrevivientes, más del 40 % estarán desnutridos y con deficiencias mentales para toda la vida; la mayoría recibirá algún tipo de educación, pero esta será de mala calidad ya que lo profesores con frecuencia no asisten a clases. Después de cinco años de educación, sólo el 60 % será capaz de leer un corto y simple cuento infantil, pero un 60% fallará en simples ejercicios de aritmética. Se concluye señalando que sólo una ínfima minoría de la población podrá aspirar a un nivel de desarrollo humano similar al de los países desarrollados. Pero se señala que aún esta minoría, no podrá gozar de un nivel adecuado de profesionalización, ya que las universidades indias son de mala calidad y altamente politizadas. Como consecuencia de todo esto, India posee el triste record de tener más de la mitad de los niños con desnutrición infantil del mundo[xii].
III. Los problemas de China.
Por otro lado, en China, las nubes en el horizonte desafortunadamente no son menos oscuras que las nubes de tormenta que se abalanzan sobre India. Con respecto a China, los optimistas señalan que para el año 2015, la economía china será mayor que la estadounidense. Esto se producirá porque China ha estado creciendo a tres veces la velocidad promedio del crecimiento estadounidense. Si se toman las cifras de paridad del poder de compra, el producto chino en dólares nominales de 3.3 trillones, sube inmediatamente a 8 trillones. Si China sigue creciendo a 10 % por año, la economía se duplicará en siete años y por lo tanto, sobrepasará el tamaño de la economía estadounidense en el 2015.[xiii]
Joffe señala que los cálculos de Slake, son cuestionables y duda mucho que la predicción de este economista se cumpla. Slake piensa que China reemplazará a los Estados Unidos como hegemon en los próximos 6 años. No obstante, Joffe argumenta que el mismo Slake indica que estas proyecciones pueden equivocarse, ya que extrapola tasas de crecimiento del pasado y no toma en cuenta la posibilidad de una severa y profunda crisis económica global. Joffe sigue señalando que es precisamente esta crisis económica global la que ahora se está desatando y para que ella no afecte a China, los chinos tendrían que ser de un país ubicado en otro planeta.[xiv] Joffe continúa su análisis crítico de Slake señalando que la vida no es lineal. Indica que el crecimiento de China a dos dígitos sólo viene desde el año 2003. Entre 1989 y 1990, el crecimiento fue de 4% negativo al año. En 1967 y 1968, el crecimiento chino fue también negativo, es decir cayó más de un 5% y más de un 3% negativo respectivamente. En 1976, el crecimiento cayó en casi un 6 % negativo. Joffe argumenta que estos tres últimos años no se han elegido al azar, los primeros dos reflejan el inicio de la revolución cultural y la última señala el final de dicha revolución. Estas tres fechas son así ejemplos que indican que de la crisis económica se pasó a crisis social y política, y luego estas crisis políticas expandieron la crisis económica. En aquellos años ocurrieron varias revueltas populares que tuvieron a su vez, enorme impacto en la economía. Las lecciones de la historia también lanzan una advertencia similar para las proyecciones económicas en línea recta que se hicieron en el año 1989. En aquel año los economistas predijeron que el crecimiento chino iba a ser igualmente robusto al del año anterior. No obstante, ese fue el año de la masacre de Tianamen Square. Como directa consecuencia de estos enormes disturbios políticos, en ese año el crecimiento chino se desplomó en un 4% negativo y esto debe compararse con un crecimiento de más de un 11% positivo en el año 1988. Este es un claro ejemplo que señala, porqué la política siempre es más poderosa que la economía[xv]
Joffe estima que la economía China, en términos reales, sólo crecerá en un 6 % en el año 2009. Aquí hay otro signo de peligro. Para mantener la paz social, China debe crecer por lo menos al 8% anual. Este es el crecimiento que se necesita para absorber la nueva fuerza de trabajo que cada año se incorpora a la población activa. Es altamente probable que el crecimiento chino en el año 2009, tenga una caída equivalente al 50% con respecto al 12% de crecimiento logrado en el año 2007. Todo esto sugiere que el crecimiento milagroso del gigante asiático es producido desde el exterior[xvi]. China es un lugar en donde el resto del mundo arrienda trabajadores y arrienda instalaciones fabriles a precios deflacionarios y a tasas de cambio distorsionadas. Según Joffe, la verdad es que la economía china es extremadamente frágil y dependiente de las exportaciones. Ellas equivalen a dos quintos del producto bruto chino, por lo tanto toda esta estructura económica es sumamente vulnerable a una recesión mundial. En el hecho, las exportaciones chinas, cayeron en un 26% a junio del 2009. Estos son los riegos de tratar de ser el paraíso industrial del planeta[xvii]. La rápida expansión china de los años precrisis podría naturalmente retomarse si el comercio mundial vuelve a los niveles del 2007. Pero esta recuperación no resolvería el problema de fondo que consiste en una deformación estructural y en una aguda dependencia de las exportaciones.
Joffe señala un problema crucial cuando indica que entre 1991 y 1995, 100 millones de yuanes invertidos en fábricas producían 66 millones de yuanes para el producto bruto y creaban 400 puestos de trabajo. Pero un año después, en 1996, esta misma inversión, agregaba sólo 28 millones de yuanes al PIB y sólo 170 nuevos puestos de trabajo. Esta es la ley de rendimientos decrecientes. Es decir, una de las más viejas leyes económicas y tal como siempre ha ocurrido antes, ya ha empezado a morder a la economía china.[xviii] Joffe agrega que todo esto también tiene consecuencias y efectos políticos, los cuales nunca son considerados en las proyecciones lineales hechas por los economistas y basados sólo en desempeños pasados. Precisamente porque China es tan dependiente de las exportaciones, es que este país destina sólo el 35% de su producto al consumo privado. Esto hay que compararlo con más del 60% que el oeste destina al consumo privado. Ante esta situación irreal y de explotación excesiva y brutal de la fuerza laboral, algo debe colapsar y ello ya está ocurriendo. Más de 70,000 disturbios cívicos han ocurrido en China en los últimos años y esto ha pasado cuando no ha existido crisis económica. El último disturbio cívico ocurrió en Xinjian en julio del 2009 y ahí murieron varios cientos de personas.[xix]
Joffe señala que si los disturbios no se controlan con drásticos cambios en las políticas públicas, es decir, cambios gigantescos destinados a crear un estado de bienestar socialista y con ello aumentar el consumo popular; estos disturbios descontrolados podrían gradualmente paralizar importantes regiones del país y con ello iniciar un gravísimo proceso de depresión económica. Esto no sería nada de extraordinario ya que ello ha sucedido un par de veces en los últimos 30 años. Como ya se ha señalado, la crisis de Tianamen, produjo una drástica caída de la economía por más de dos años. Este es un difícil dilema porque si China se ve forzada a invertir enormes recursos en servicios sociales, la estrategia del crecimiento basada en exportaciones tendría necesariamente que reducirse drásticamente.[xx]
Alemania es un caso ilustrativo de este dilema. Los alemanes tienen la misma proporción de exportación–producto que China, pero también deben financiar el Estado de Bienestar que les consume un tercio de su producto bruto, y esto determina que el crecimiento alemán haya sido del sólo 1.5% por año en la última década.[xxi]
Joffe continúa señalando que el partido comunista chino se enfrenta ante el dilema de elegir entre una economía de exportación o una economía de consumo interno, propia del estado de bienestar. Para evitar la revolución, todos los países actualmente desarrollados, tuvieron que optar por el Estado de Bienestar. La modernización autoritaria de Deng Xiaoping y sus sucesores ha, con éxito, logrado reprimir este estallido social. Pero a menos que China no sea de este planeta, las demandas sociales no satisfechas, si ellas continúan, se transformarán en demandas incontrolables que terminarán en una irremediable explosión. La modernización acelerada de tipo liberal, siempre ha producido en todos los rincones de la tierra caos y violencia, lo que se ha reflejado en guerras revolucionarias, levantamientos masivos y guerra civil. Las modernizaciones de tipo autoritario, han sido aún peores, y esto fue lo que le pasó a Alemania, Japón y la Rusia zarista. Joffe concluye su magistral análisis, indicando que sería un verdadero milagro si China logra romper con esta inviolable y vieja ley histórica. [xxii]
Análisis institucional de partido comunista chino. Si se aplica el modelo ACAC de Huntington, se podría argumentar que el partido comunista chino, es una organización mucho más institucionalizada que el partido del congreso de la India Los cuatro indicadores de institucionalización así lo parecen señalar. A continuación se hará un análisis de la sigla ACAC aplicada al partido comunista chino.
Adaptabilidad: el partido comunista ha, con éxito y pacíficamente, cambiado cuatro veces de liderazgo a partir del año 1979. Aquí no hay una familia fundadora del partido que aún mantenga el poder detrás del trono. El partido pronto va a tener 100 años de existencia. Esta organización es veterana de una larga guerra civil, de la segunda guerra mundial, de otra guerra civil, la guerra de Corea y todas las turbulencias de los últimos 50 años. No cabe duda que el partido comunista chino es una organización que con éxito se ha adaptado a su entorno, y esto es particularmente verdadero en los últimos 30 años.[xxiii]
Complejidad: Este indicador, también ha crecido en forma exponencial. La organización ha aumentado enormemente y su nivel de control se ha ramificado y descentralizado a todos los rincones del vasto país. El partido tiene unidades especializadas en cada uno de los temas, funciones y actividades que se demandan de un Estado moderno. En realidad es una completa estructura paralela al gigantesco Estado chino. El partido tiene un organigrama igual de complejo que la burocracia estatal que dirige y controla una población de 1,400 millones de habitantes. Los miembros del partido sobrepasan los 70 millones de individuos, y ellos están encasillados en unidades administrativas que dirigen, supervisan y controlan a una estructura estatal de enormes dimensiones.[xxiv] La cúspide de la pirámide del partido concentra los mejores cerebros que el país posee. Muchos autores reconocen que nunca antes hubo una elite política mejor preparada desde el punto de vista teórico y práctico. Los nuevos mandarines hacen palidecer a las más brillantes burocracias que en los últimos 6,000 años han dirigido al formidable imperio celeste.[xxv] La cúspide de la pirámide partidista, tiene especialistas bien preparados en todas las áreas del gobierno y de la administración pública. La cúspide superior del partido ha sido denominada por muchos autores, como la mejor preparada para gobernar en todo el planeta. No obstante estas extraordinarias calificaciones y competencias, decrecen drásticamente a medida que se baja en la pirámide organizacional del partido. Los mandos medios y bajos así como el personal de base, especialmente el personal ubicado en gobiernos regionales y locales, han caído víctimas de un agudo proceso de corrupción ética y valórica[xxvi] El mismo tipo de corrupción afecta al funcionariado estatal. Los mando superiores tienen competencias y calificaciones adecuadas, pero los mandos medios y el personal de base tiene competencias insatisfactorias, particularmente aquellas desde el punto de vista ético.[xxvii]
Autonomía: Esta variable también tiene características diferentes según el nivel jerárquico de los individuos dentro de la organización. Los mandos superiores del partido y la burocracia estatal son verdaderamente autónomos e independientes de influencias corruptas extranjeras o de intereses particularistas internos.[xxviii] No obstante los mandos medios y el personal de base de la burocracia estatal, han caído bajo un agudo proceso de penetración externa e indebida influencia extranjera y corrupción generalizada[xxix] Con frecuencia, políticas públicas bien diseñadas y tomando muy en cuenta el interés público, el interés nacional y el bienestar de la comunidad toda; estas son maliciosamente distorsionadas y mal implementadas por los mandos medios e inferiores, tanto de la burocracia del partido como de la burocracia estatal, particularmente a nivel de funcionarios de las provincias y de la administración municipal. Aquí la corrupción reina en forma descontrolada a pesar de todos los esfuerzos que el partido comunista ha hecho en los últimos años para eliminarlo.[xxx] Los frecuentes juicios y fusilamientos de funcionarios corruptos de nivel medio e inferior, son una clara señal de esta problemática administrativa.[xxxi] La nueva burguesía china, así como gerentes de empresas multinacionales trabajando en China, se han convertido en importantes grupos de presión que han limitado en parte, la autonomía tanto de las organizaciones locales del partido como de la burocracia estatal.[xxxii]
Cohesión: Este también es un indicador que cambia con el nivel jerárquico de los individuos. En los altos mandos del partido y de la burocracia estatal, existe una sola “imagomundi”. Es decir, hay una alta cohesión social y espíritu de comunidad. La misma ideología y valores penetra la conciencia de todos los rincones de la elite y todos se guían por los mismos principios siendo fieles al mismo dogma ideológico. La elite está definitivamente unida y cohesionada.[xxxiii] No obstante, en los mandos medios y bajos, así como en la masa funcionarial del partido y de la burocracia estatal, esta cohesión social disminuye drásticamente. Aquí existen enormes divisiones y fracturas políticas e ideológicas de gran magnitud. No existe una imagen de mundo común para todos, ya que algunos desean convertir a China en una democracia liberal parecida a las democracias occidentales. Otros luchan por construir una sociedad socialista más justa y sueñan con la teología marxista. Otros, la gran mayoría, simplemente se interesan en lograr prebendas e incentivos individuales y son particularistas y sectarios.[xxxiv]La falta de unidad y cohesión social en la China actual se refleja como un espejo en los fuertes estallidos de rabia popular, en la despreocupación generalizada por el medio ambiente, la falta de respeto por los derechos humanos, la violencia y la corrupción. A todo esto se agrega una creciente criminalidad y accidentes laborales masivos que se dan con rutinaria regularidad tanto en las ciudades como en las áreas rurales.[xxxv]
En conclusión, puede decirse que el partido comunista chino y el Estado chino, son complejos organizacionales en vías de institucionalización. Mucho se ha avanzado pero aún se está muy lejos del nivel de institucionalización necesario para dirigir y controlar con éxito el increíblemente acelerado proceso de movilización social y participación política. Este proceso avanza a pasos agigantados gracias al internet, la televisión, los celulares, la prensa escrita y todos los otros instrumentos producto de la globalización actual.[xxxvi] El nivel de institucionalización actual del partido comunista chino y del Estado ha sido relativamente efectivo en tiempos normales, pero ahora, con la gigantesca crisis que ha azotado al mundo es altamente probable que el proceso de agitación popular se dispare y ello produzca crisis, caos social y conflicto político. Este caos sociopolítico a su vez puede en forma de círculo vicioso, afectar severamente al sistema económico nacional. Siempre que se han dado crisis políticas en China, ellas regularmente son seguidas por severas crisis económicas. Varios años de crisis económica en China, dada las condiciones del resto del mundo, sumiría al planeta en un largo proceso deflacionario parecido al de la década de los años treinta del siglo 20.
Dentro del partido y dentro del Estado, uno de los sectores donde más patente se hace el proceso inconcluso de institucionalización es precisamente en el sector bancario y financiero.[xxxvii] Los altos mandos están institucionalizados, es decir, tienen suficiente adaptación, complejidad, autonomía y cohesión. Algunos cargos en estas estructuras están ocupados con líderes de extraordinaria capacidad y ética funcionarial. No obstante esta cascada institucionalizadora se ha detenido en los niveles medios de la pirámide y por supuesto, su corriente purificadora no llega a las bases de la pirámide. Este fenómeno es sumamente grave en las estructuras descentralizadas de las provincias y comunas locales.[xxxviii] Esto es parecido a un ejército donde los generales son competentes y patriotas, pero del nivel de capitán hacia abajo, reina la incompetencia y la corrupción.[xxxix] Así, toda la gigantesca estructura, tiene bases endebles y sumamente frágiles que ponen en severo peligro a toda la organización, tanto del partido como del Estado.
En provincias y localidades, las organizaciones bancarias y financieras, están severamente penetradas por intereses particularistas y corruptos. Los bancos estatales (casi no hay bancos privados) se han visto forzados a prestar enormes sumas de dinero a individuos y organizaciones que probablemente no tendrán suficiente capacidad para pagar sus gigantescas deudas. Dado este extraordinario fenómeno, existe el inminente peligro de un desmoronamiento de toda la estructura bancaria y financiera tal como se produjo en los Estados Unidos a partir de fines del año 2007.[xl]
Es preciso recordar que los préstamos tóxicos se iniciaron en el sector inmobiliario y de ahí este catastrófico tsunami financiero inundó toda la economía nacional para finalmente abarcar todo el planeta. El mismo proceso podría repetirse en China. Un derrumbe de las instituciones bancarias y financieras podría producir una drástica reducción del crédito y con ello una crisis que primero reduciría la velocidad del crecimiento y luego entraría en un franco proceso de recesión que duraría algunos años. Si esto ocurre, China automáticamente dejaría de ser el motor de la economía mundial.
Como ya se ha indicado anteriormente, las únicas dos potencias económicas que ahora en septiembre de 2009 aún siguen creciendo, son India y China. Ya se ha argumentado que India tiene gravísimos problemas existenciales y que en cualquier momento podrían producir gravísimas crisis políticas. Por su parte, también se ha señalado que China tiene problemas políticos similares. Si ambos países llegan a sufrir las crisis políticas que aquí se han anticipado, y como consecuencia de ellas estas dos potencias entran en recesión económica; ello paralizaría el mundo entero. El planeta entraría así en un proceso deflacionario semejante al que ya se tuvo entre 1910 y 1914 y luego entre 1929 y 1936. En un mundo globalizado como el actual, las enfermedades económicas, ahora se transmiten con la velocidad de la luz.
IV. Impacto sobre Chile.
Como ya se ha señalado varias veces, ninguna potencia o país que actualmente está en el exclusivo club de los países desarrollados, ha dejado de tener tropezones y caídas. Es decir, nadie se ha salvado de agudas crisis de crecimiento. Y esto se ha traducido en caídas bruscas del producto interno bruto por periodos que van desde dos a diez años (la crisis asiática se extendió de 1997 a 1998 y la crisis japonesa ya lleva más de diez años de duración).[xli] Los ciclos económicos por lo general comienzan con largos períodos de crecimiento que se pueden extender por varias décadas. No obstante, siempre hay un punto de inflexión donde se producen caídas y retrasos que paralizan el desarrollo por periodos de corto y mediano plazo. No obstante, después de estas crisis, el país retorna a su ritmo de crecimiento y eventualmente llega al nivel de país desarrollado. China ya lleva varias décadas de crecimiento acelerado, por lo tanto es posible predecir que China no será una excepción a la ley histórica de los ciclos económicos políticos y sociales.[xlii] El punto de inflexión se origina después que la elite política dominante sufre un agudo proceso de corrupción ético y político. Esto a su vez determina eventualmente, una gran crisis económica. Cuando las crisis son de características gigantescas, todo el proceso termina con revoluciones, guerras civiles y guerras entre Estados. Esto ha sido así, tanto para los procesos de desarrollo de países democráticos como autoritarios. Las crisis de 1910 a 1914 y luego de 1929 a 1936, fueron precedidas por agudos procesos de decadencia ética y política de las elites gobernantes. Ambas crisis terminaron irremediablemente en enormes conflictos bélicos. Vale decir la primera y segunda guerras mundiales. [xliii]
El rapidísimo proceso de desarrollo económico de China en los últimos treinta años, aún no ha sufrido ninguna crisis grave similar a la que sufrieron los países que actualmente son desarrollados. Es así como sería prudente pensar que tarde o temprano, el ciclo histórico también afectará al gigante asiático. Una proyección similar también debe hacerse para la India. No cabe duda que ambos países, mucho antes de alcanzar el estatus de potencias desarrolladas, deberían también sufrir sus respectivas crisis de crecimiento. En el caso de China, una crisis de esta magnitud, interrumpiría su desarrollo por algunos años, pero eventualmente el gigante asiático volvería a su previo ritmo de crecimiento y en una o dos décadas alcanzaría sus más deseados objetivos.
No obstante, si esta crisis temporal de crecimiento, afecta a China dentro de la próxima década, ello tendría un impacto desastroso para el resto del planeta y particularmente el tercer mundo. Ya se ha señalado que los países ricos por muchos años no podrán arrastrar el carro de la economía global. Si China tropieza, el mundo entero entraría en un gravísimo periodo depresivo. Por supuesto que bajo estas condiciones, India también tropezaría. De este modo, los únicos dos motores del desarrollo mundial actual dejarían de funcionar. Se repetirían así las catastróficas experiencias de los periodos 1910 – 1914 y 1929 – 1936.
El impacto para Chile sería absolutamente desastroso. El país, así como en épocas anteriores está abierto totalmente al proceso globalizador y su crecimiento depende de sus exportaciones. Si el mundo deja de comprar las materias primas chilenas por unos cuatro o cinco años, incluyendo particularmente el cobre; el país volvería a experimentar las horribles pesadillas económicas, sociales y políticas que precedieron a la primera y segunda guerras mundiales.[xliv] En esos tristes y desastrosos años, Chile fue el país más afectado por estas dos depresiones mundiales. En esos años tal como hoy día, el país estaba totalmente desprotegido del embate de las olas gigantes de los dos terremotos económicos que se produjeron más allá de sus fronteras. En esos años terribles, el país no contaba con instituciones sólidas y su elite gobernante dejaba mucho que desear.
El sistema económico y político que Chile actualmente tiene, si la crisis que se pronostica aquí llega a pasar, definitivamente entraría en riesgo vital. Nadie ni nada podría salvarlo del periodo de vacas flacas y el terrible castigo que ello significaría sería inevitable. El convertir un sistema económico orientado a la exportación a un sistema de Estado de bienestar y orientado al consumo interno, toma varios años de grandes dificultades. El cambio más importante lo debe hacer la elite política y ella debe reaccionar con rapidez, pragmatismo y sin dogmatismos ideológicos y esto es algo que la actual elite chilena (tanto en el gobierno como en la oposición) no podrá hacer con la rapidez necesaria. La derecha no cree en el intervencionismo estatal, en el consumo popular ni en el estado de bienestar. Fervientemente cree que el mercado se autorregula, por lo tanto estas creencias ideológicas probablemente la paralizarán. Por su parte, la izquierda concertacionista, renunció a su ideología socialista a comienzos de los años 90 del siglo 20 y difícilmente podría aceptar que nuevamente se equivocó en asuntos y temas fundamentales.[xlv] Por lo tanto, nadie con autoridad institucional sería capaz de proponer las difíciles reformas que irremediablemente se deben implementar. El país entraría así en un periodo de crisis de larga duración y esto crearía las condiciones objetivas necesarias para un cambio fundamental. Es entonces probable que con la llegada del bicentenario y en los años subsiguientes, los chilenos una vez más estarían confrontados a dilemas parecidos a los que se sufrieron antes y después de 1810.


[i] Aníbal Pinto, “Chile un Caso de Desarrollo Frustrado”, Editorial Universitaria, Santiago 1958; José Rodríguez Elizondo, “Chile: un caso de subdesarrollo exitoso” Andrés Bello, Stgo. 2002
[ii] De Tocqueville, “Democracy in America. Phillips Bradley (EDN). NEW YORK 1955 p. 118.
[iii] S. P. Huntington, “Political development and political decay” R. Macridis y E. Brown, comparative Politics. The Dorsey press Illinois, 1968 pgs. 521-538; S.P. Huntington, Political order in changing
societies. Yale, University Press. New haven, 1968
[iv] Para visiones positivas, sobre el desarrollo de estos dos gigantes asiáticos, ver: J. Aziz, S.V. Dunaway y E. Prasad. China and India. Learning from each other: Reform and Policies for sustained growth. International Monetary Fund. Washington 2006; A.Winter and S.Yusuf (eds.) Dancing with Giants: China, India and the Global Economy. World Bank, Washington 2007; A. Panagariya, India: the Emerging Giant ; Oxford, University, press, 2008.
[v] F. Duque “Chile y la Globalización. Una dependencia potencialmente peligrosa”. RAP Revista de Administracion Pública. Fundación Getulio Vargas . Vol. 41 enero- febrero 2007 pagina 9 - 27
[vi] “After India’s Election. Good News: Dont’waste it”; “emerging economies, Decoupling 2.0”; economic focus. The art of Chinese massage” The Economist, May 23-29, 2009 pgs.13-14, 82
[vii] V.F.Y. Zamindar. The long partition and the making of modern south Asia. Refugees, baunderies, histories. Columbia University press. New York 2007; para un reciente análisis de la desconocida guerra de guerrillas que se libra por los maoístas en Bengal occidental, ver “ Indias Naxalites. A ragtag Rebellion”. Para un análisis de las protestas y conflictos en el norte de la India ver “Indian Held Kachmir. Grim up North”, en The Economist, June 27th 2009 pg. 47-48; debido a la extrema sequía en el norte de la India, miles de pequeños agricultores, están cayendo en la ruina y muchos se han suicidado. Ver “India’s Failing Monsoon. It Never Rains” The Economist, August 22- 2009 pg. 37; “Briefing India’s Water Crisis. When The Rain Fail”. The Economist, September 12th 2009, pg. 27
[viii] “Good news: don’t waste it” y “briefing India’s election. Singh when you’re winning”. The Economist, may 23- 29th, pgs.13, 29-31
[ix] N. Nilekani, Imaginig India: the idea of a renewed nation . Penguin, New York 2009.
[x] S. Ganguly, L. diamond y n. Plattner. The state of India’s democracy. John Hopkins university Press, 2007.
[xi] N. Nilekani. Imaginig India, op cit.; S. ganguli, L. Diamond y M. Plottner, The State of Indian’s democracy op cit.
[xii] The Economist, May 23-29, 2009 op cit pgs. 13,29-31
[xiii] El autor de estas proyecciones optimistas es Saul Slake, economista australiano, y que es citado por Josef Joffe, en su trabajo titulado “The default power” publicado en Foreign Affairs, septiembre- octubre 2009 vol. 88, nº 5 pag, 27. Es preciso hacer notar que Jofee, no comparte las opiniones optimistas de Slake, muy por el contrario, señala que China tendría que ser una nación ubicada en otro planeta para así evitar las crisis políticas que todas las sociedades desarrolladas han sufrido en un momento u otro en su marcha al desarrollo. No obstante, a pesar de estos problemas políticos y sociales que inevitablemente afectarán al gigante asiático, la inmensa mayoría de especialistas en China, argumentan que su desarrollo es imparable y que dentro de los próximos 10 o 15 años, China será el nuevo super poder o hegemon mundial. Muchos de estos especialistas argumentan que occidente debería unirse a China para formar lo que se llama el G-2 y con ello cogobernar el mundo. La mayoría argumenta que debe ser Estados Unidos el país que debe proponer y consolidar esta alianza; otros argumentan sin embargo, que debería ser la Union Europea la que debería unirse con China para cogobernar el planeta. Una lista de los autores optimistas se incluye a continuación: K. Mahbubani “Understanding China” en Foreign Affairs, septiembre - octubre 2005. vol. 84. nº 5, pgs. 49-60; T.C. Fishman, China INC. How the Rise of the next superpower challenges America and the world. Sobnes, New York 2005; D.M. Lampton , “the faces of Chinese Power” Foreign Affairs enero- febrero 2007 vol. 86. Nº1 pgs.115-127; B. Emmott. “Rivals: How the power struggle between china, India and Japan will shape the next decade”. Harcut New York, 2008; C. Grant, Can Europe and China shape a New World Order? Center for European reform London, 2008; J.T. Shaplin y S. Laney “Washington Eastern sunset”, foreign affairs noviembre- diciembre 2007. vol. 86 nº 6. pgs. 82-97; J. Ikenberry, “The Rice of China and the future of the West” Foreign affairs enero- febrero 2008 vol. 87 nº1. pgs. 23-37; J. Habermas The Divided West polity New York 2006; D. Shanbough, E. Sandschneider y Z. Hong (eds), China Europe Relations: Perception, Policies and Prospects. Routledge, 2007; Y. Funabashy “keeping up with Asia”, Foreign affairs September - October 2008. vol. 87 nº5 pgs. 110-125; M. Wolf Fixing Global Finance, John Hopkins university press. New York 2008; G. Arrighi. Adam Smith in Beiging: Lineages of the twenty first Century, Verso New York 2007; H. Poulson “A Strategy of Economic engagement Strengthening US Chinese Ties” foreign affairs September-October 2008 vol 87 n°5 pgs 59-79; F. Bergsten “A partnership of equals How Washington Should Respond to China’s economic Challenge” Foreign affairs Julio- agosto 2008, vol 87 n°4 pgs. 57-69; W. La Feber “Overview”; D. Careley y L Morales (eds) “Terrorist Attacks And Nuclear Proliferation. Academy of Political Science. New York 2007; H. James, The Creation and Destruction of Value: The Globalization Cicle. Harvard University Press. Boston 2009; J. Banyan “May the Good China Preserve Us” The Economist may 23th. 2009 pg. 47. para mayor información estadística que documente el espectacular crecimiento de china en los últimos dos meses y que refuerza la posición de los optimistas sírvase ver “The Recovery in Asia. An Astonishing Rebound”. The Economist Agosto 15th. 2009 pgs. 10, 69-72. este artículo concluye señalando que el poder económico del mundo se esta moviendo rápidamente del oeste hacia el este.
[xiv] J. Joffe; “Default Power”, op. cit. p 27
[xv] Ibidem
[xvi] Ibidem, p. 28
[xvii] Ibidem
[xviii] Ibidem
[xix] Ibidem
[xx] Ibidem
[xxi] Ibidem
[xxii] Ibidem p. 29
[xxiii] Para un completo análisis de la tremenda capacidad de adaptación del partido, ver C. Gallegos: “Estrategia del Partido Comunista Chino para el desarrollo del país. Aspectos políticos, sociales y económicos” Tesis de licenciatura no publicada, Universidad de Los Lagos, Campus Puerto Montt, Abril 2009, pgs. 76 – 80 y 82 – 158; “The second long march”, The Economist, December 13th -19th, 2008 pp. 30 – 31.
[xxiv] Para un excelente análisis del proceso de complejización del Partido Comunista Chino, y de las recientes medidas tomadas por la dirigencia para avanzar en el proceso de institucionalización, ver: “The second long march” ob.cit. pp. 30- 31
[xxv] Para análisis sobre la excelente calidad de los líderes superiores del partido, sírvase ver D.C. Kang China rising: Peace, Power and Orden in East Asia. New York, Columbia University, Press 2007; Lampton “The Faces of Chinese Power” op. cit. pp. 117 – 120; M. Wolf, Fixing Global Finance op. cit.; B. Barma, E. Ratner, S. Weber: “Chinese Ways” Foreign Affairs May – June, 2008, Vol 87 Nº 2; F. Duque: “Carta a Ignacio Pérez Sao Tome, Julio 26, 1989” incluida en anexo 1 de C. Gallegos “El Partido Comuinista Chino” Op. Cit.; J. Thorton: “Long Time Coming” Foreign Affairs January – February 2008 Vol 87 Nº 1 pp. 2 – 22; J. Thorton “China’s leadership GAP” Foreign Affairs, November – December 2006, Vol. 85 Nº 6 pp. 133 – 140; K. Mahbubani: “Understanding China”, Foreign Affairs September – October 2005 Vol. 84 Nº 5 pp. 49 – 60; A.F. Nathan “Present at the stagnation. Is China’s Development stalled?” Foreign Affairs July – August 2006, vol. 85 Nº 4 pp. 177 – 182; W. Lam: Chinese politics in the Hu Jintao era”, M.E. Sharpe, New York 2006; S. Kleine y A. Small “China’s new dictatorship diplomacy” Foreign Affairs; January – February 2008, vol. 87 Nº 1 p. 41
[xxvi] Para un completo análisis de la generalizada corrupción en los niveles medios y bajos del partido ver, J. Thorton “China’s leadership GAP” op.cit.; J. Thorton: “Long Time Coming” op cit; E. Gutmann: Losing the New China. A story of American Commerce, Desire and Betrayal Encounter books, New York, 2004; E. Economy: The River runs Black:The enviromental challenge to China’s Future, Ithaca Cornell University press, 2009. Ver también un artículo donde narra la muerte de un funcionario del partido, que se había robado terrenos agrícolas. Este funcionario corrupto fue acuchillado por el hijo del granjero afectado “A murder in China. Crime and punishment. The Economist, August – 22, 2009, pp. 38 - 39
[xxvii] Para una discusión y análisis de la corrupción generalizada en los mandos medios y bajos de la administración pública en China, ver: J. Thorton “China’s leadership GAP” ob. Cit; J. Thorton: “Long Time Coming” ob. Cit.
[xxviii] Para un completo análisis sobre la autonomía e independencia de la cúpula superior del Partido Comunista ver: J. Thorton “China’s leadership GAP”, op cit.; y J. Thorton: “Long Time Coming”, op. cit.; W.I. Cohen: “ Chinese Lessons. Nixon, Mao and the course of US –Chinese Relation” Foreign Affairs, March – April 2007, vol. 86 Nº2 pp 148 – 154; J.T. Shaplin y J. Laney “Washington Eastern Sunset”, op cit; J. P. Rubin: “Building a new Atlantic Alliance. Restoring America’s Partnership with Europe” Foreign Affairs, July – August, 2008, vol. 87 Nº4 pp. 99 – 110; W. La Feber: “Overview” op cit; R. Jervis, “Why the doctrine of American hegemony cannot be sustained” in D.J Careley y L . Morales: Terrorist Attacks, op cit.
[xxix] Para un análisis de la falta de autonomía de los niveles medios y bajos del partido, y la penetración de influencias corruptas externas provenientes del sector privado, (tanto nacional como extranjero) ver: J. Thorton “China’s leadership GAP” op. cit..; J. Thorton: “Long Time Coming” op. cit.; E. Gutmann, Losing the new China, op cit.; E. Economy: The River runs Black op. cit.
[xxx] Para comentarios e información empírica sobre la penetración e influencias externas y corruptas sobre los mandos medios y bajos del Estado chino, ver: J. Thorton, “China’s leadership GAP” op. cit.; J. Thorton, “Long Time Coming”, op cit.; E. Gutmann: Losing the new China, op cit; G.F. Gilboy “The myth Behind China’s Miracle”, Foreign Affairs July – August 2004 vol 83 Nº 4 pp 33 – 38; M. Pei, China’s Trapped Transition: The limits of a developmental autocracy , Harvard Press, Boston 2006.
[xxxi] Para datos sobre juicios, fusilamientos y penas de cárcel para miles de funcionarios corruptos, ver: J. Thorton: “Long Time Coming” op cit p. 14
[xxxii] Para informaciones sobre la influencia corrupta de elementos burgueses tanto nacionales como extrajeros sobre el funcionariado chino de niveles medios y bajos, sírvase ver: J. Thorton: “Long Time Coming”op cit p. 14; E. Gutmann, Losing the new China, op cit.
[xxxiii] Para información sobre el altísimo nivel de cohesión en los niveles superiores del partido comunista chino, sírvase ver a J. Thorton: “Long Time Coming”, op cit pp. 21 – 22. Aquí se argumenta que todos los líderes superiores del partido, están unidos en su deseo de rechazar la democracia liberal e impulsar la democracia socialista. Ver también a F. Nathan: “Present at the Stagnation” op cit pp.177 - 182
[xxxiv] Para información sobre la falta de cohesión en los mandos medios y bajos del partido, sírvase ver: J. Thorton: “Long Time Coming”, op cit pp. 4 – 6; D. M. Lampton: “The many faces of Chinese power” op cit pp. 126 – 127; M. Poulson: “A strategy of economic engagement” op cit pp. 65 - 66
[xxxv] Para discusión y análisis sobre los efectos o resultados de la falta de adecuada institucionalización tales como, estallidos sociales, masacres, degradación del medio ambiente, corrupción masiva, falta de cohesión social y espíritu de comunidad, violaciones a los derechos humanos, corrupción del sistema judicial, etc., ver E. Economy y A. Segal “China’s olympic nightmare what the games means for Beiging’s future” Foreign Affairs, July – August 2008 vol 87 Nº4 pp 47 – 66. La razón por la cual los ciudadanos se toman las calles, se producen miles de protestas públicas y confrontaciones violentas, es por que los ciudadanos creen que la justicia es un sistema corrupto. J. Thorton: “Long Time Coming”, op cit p.12; D.Logan: “Path to modernity” en Foreign Affairs, November – December 2007, vol. 86 Nº 6 pp. 212 – 213; “The State Cracks Down on civil society”, The Economist, July 25th 2009, p. 38; “Riots in Xinjian Beiging’s nightmare” y “Briefing. is China fraying?” The Economist, July 11th 2009, pp 14, 26 – 28; “Tension in Xinjiang The Party Under Siege In Urumqui” The Economist, September 12th 2009.
[xxxvi] Para información y análisis sobre el rol del Internet, los celulares, la prensa, la radio, la televisión y el impacto de ellos en el rapidísimo proceso de movilización y modernización social, sírvase ver a J. Thorton: “Long Time Coming”, op cit pp. 14 – 15; M.Mandelbaun “Democracy without America. The spontaneus spread of freedom”, Foreign Affairs, September – October 2007, vol. 86 Nº 5 pp. 119 – 130; “The Larry Land Case” The Economist, December 13th – 19th 2008 p.32; E. Economy “Don’t Break the engagement. Staying the course on China” Foreign Affairs, May – June 2004 vol 83 Nº 3 pp. 96 – 109; “China’s internet censors”, The Economist, June 27, 2009 p. 49
[xxxvii] Para un extenso análisis de la falta de institucionalización y corrupción del sistema financiero y bancario chino, ver: A. Pei, “China’s trapped transition” op cit. Un par de interesantes artículos señalan que gran parte de los préstamos bancarios recientemente hechos por el gobierno chino, han sido utilizados para comprar acciones. Esto, así como en el año pasado, podría producir una peligrosa burbuja. Al respecto, ver: “China’s Stockmarket. Another great leap”; el otro artículo señala que el 50% de los créditos hechos en este último año, han ido a para a la bolsa y también han sido usados para comprar propiedades. Es decir, una gran proporción de estos préstamos, han sido utilizados para operaciones especulativas, sobre esto, ver: “Chinese Bank Lending. Follow the Money”. Ambos artículos en The Economist, August 29th 2009, pp. 68 - 69
[xxxviii] Para un análisis de la falta de profesionalismo y ética en las instituciones del partido y de la burocracia estatal que se supone deben regular y supervisar los bancos en China sírvase ver A. Pei, “China’s trapped transition” op cit
[xxxix] Para una discusión sobre la calidad de los niveles medios y bajos del sistema financiero chino, ver: J. Thorton: “Long Time Coming”, op cit p.12; Pei, China’s Trapped transition op cit.; C. Colomires, China’s financial transition at a crossroad, Columbia University Press, 2007
[xl] Para información y análisis de serios problemas estructurales que podrían llevar a una gigantesca crisis del crédito en China, ver: Pei, “China’s trapped transition” op cit; H. Poulson A Strategy of Economic engagement”, op cit p. 67; B. Emmott, Rivals ob.cit.
[xli] La tesis central del artículo de Joffe es precisamente el argumento que las leyes de la historia no se pueden ignorar. Todos los países actualmente desarrollados han sufrido crisis, trastabilladas, tropezones o constipaciones de crecimiento. Los países grandes, eventualmente se recuperan, pero los países chicos, sin poder de compra interno, y abiertos a los mercados internacionales, con instituciones débiles y elites corruptas, generalmente colapsan. J. Joffe “The Defoult Power”, op. cit. p. 27 – 29; este punto de vista es compartido por Funabashy. Ver J. Funabashy: Keeping up with Asia op. cit. p 117. Para un excelente y completo análisis de las leyes históricas de tipo económico, y la constante repetición de fenómenos adversos cuando las condiciones y causas son similares, sírvase ver: H. James, The creation and destruction of value, op. cit. Para un excelente análisis de los ciclos políticos y de las leyes históricas de índole política, ver: Norberto Bobio, “La Teoría de las formas de gobierno en la historia del pensamiento político” Fondo de cultura económica, México DF. 1987
[xlii] El argumento de Joffe es que China no será excepción a las leyes que rigen los ciclos políticos. Señala que la política es siempre suprema y que la economía se tiene que someter irremediablemente a los impactos políticos. Crisis políticas, provocan crisis económicas, y esto siempre ha sido así. J. Joffe “The Defoult Power”, op. cit. pp. 27 – 28. La tesis de Thorton va en la misma dirección que la de Joffe. La modernización china es imparable, pero su institucionalización es aún muy defectuosa. Es por ello que se debe mejorar drásticamente el liderazgo chino en sus mandos medios y bajos. Si ello no ocurre pronto, el país entrará en una enorme crisis de modernidad. J. Thorton, “China’s leadership GAP” op. cit.; pp.133 – 140. The Economist ha señalado que los primeros síntomas de crisis social ya se están manifestando en China. Las protestas y manifestaciones han aumentado considerablemente en los últimos meses. El consumo de energía eléctrica se desplomó en un 7% con respecto al año anterior. En noviembre de 2008, las exportaciones cayeron estrepitosamente con respecto a noviembre de 2007 y las importaciones cayeron en un 18% en relación a noviembre de 2007. El banco mundial espera un crecimiento del 7.5% para el año 2009, y este crecimiento estará aún por debajo del que se necesita para evitar conflictos sociales masivos. The Economist, December 13th – 19th, 2008 p. 15. Al parecer, el descontento de los trabajadores, está llegando a un punto crítico y explosivo. Ver: “China´s Labour Laws. Arbitration Needed” The Economist, August 1st. 2009 p. 37; el Estado chino, se está preparando para lo peor y la represión violenta será la respuesta. Ver: “Communist China at 60. A harmonious and stable crackdown. The Economist, September 5th 2009, pg. 46
[xliii] La historia señala que una sociedad en proceso de declinación entra primero en crisis ética, es decir, sus valores esenciales se corrompen severamente. Esta crisis ética conduce a una crisis política y social. Esta a su vez produce una gigantesca crisis económica que por lo general termina en conflictos masivos, guerras civiles y guerras mundiales. Esta es la tesis central del libro de Martin Wolf: Fixing global finance. Op.cit. Por su parte, Ferguson señala que fenómenos similares se produjeron entre 1910 y 1914 y ellos terminaron con la primera guerra mundial. Según Ferguson lo mismo está empezando a ocurrir a principios del siglo 21. Ver, Niall Ferguson “Sinking globalization” Foreign Affairs, marzo – abril 2005 vol. 84 Nº 2 pp. 64 – 77; ver también F. Duque “Chile y la globalización: una dependencia potencialmente peligrosa” op. cit. pp. . 7 – 27; Paul Krugman señala que la crisis actual en USA fue creada por la pérdida de la ética liberal y los republicanos con Nixon y Reagan a la cabeza, son los responsables. Estos han creado una nueva era Gilded y cuyo resultado es una oligarquía plutocrática corrupta. Ver, Paul Krugman The concience of a liberal W.W. Norton, New York, 2007
[xliv]Para información cuantitativa sobre la crisis económica de 1910 a 1914, ver Niall Ferguson,op.cit. p.67; F. Duque”La Empresa Nacional de Electricidad (ENDESA) un tratado sobre la conducta de una corporación pública en una sociedad transicional” Puerto Montt, 2005 pp.60-63, publicado en www.fernandoduquecipol.blogspot.com .Para información cuantitativa sobre la crisis de 1929 ver, F. Duque ENDESA, op. cit. pp. 68 – 168; Ercilla, La Gran Depresión 1929 – 1933 en Estados Unidos, Chile y el mundo. Editorial Ercilla Ltda. Santiago, junio 2009
[xlv]Para un análisis de la incapacidad sistémica de la elite chilena actual, para dirigir y coordinar los cambios que el país necesita, sírvase ver J. Nef “ The Chilean Model: an Analytical Assessment”. Trabajo presentado a la conferencia anual de la asociación Canadiense de estudios Latinoamericanos y del Caribe (Calacs), Toronto, Ontario, Noviembre, 1995; A. Menendez y A. Joignant “La Caja de Pandora. El Retorno de la Transición Chilena.” Editorial Planeta. Santiago, Noviembre, 1999; T. Moulian. “Chile Actual. Anatomía de un Mito”. Lom. Santiago, 1997; H. Fazio “El Programa Abandonado, Balance económico y social del gobierno de Aylwin”.Lom. Santiago, 1996; H. Fazio, “El tigre Chileno y la Crisis de los Dragones Asiáticos.” Lom Santiago 1998; H. Fazio, “Mapa Actual de la Extrema Riqueza en Chile”. Lom. Santiago, 1997; H. Fazio,La Transnacionalización de la Economía Chilena. Lom. Santiago, 2000; H. Fazio,“Crece la desigualdad otro Mundo es Posible”. Lom. Santiago, 2001; F.Duque,“Modernización y Desarrollo Político: El Vacio de Liderazgo en Chile. Puerto Montt, Junio, 2008, publicado www.fernandoduquecipol.blogspot.com ; F.Duque “El Gerente Publico: Un profesional Indispensable para el Desarrollo”. Cadernos Ebape. Brasil Fundacion Getulio Vargas. Vol. 4 Nº4, Diciembre, 2006 publicado en www.ebape.fgv.br/cadernosebape.

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