Marzo de 2010
El 20 de abril de 2010, se produjo en el Golfo de México, cerca de Nueva Orleáns (USA) un fenómeno que rara vez ocurre, pero que cuando se produce desata fuerzas poderosas que cambian radicalmente el curso de la historia. Esto es lo que Nassim Taleb denomina un cisne negro.* Una vez cada 100 años nace un cisne negro y este por lo general cambia el destino de la bandada de cisnes. Esto es así por que el chance que nazca un cisne negro es muy escaso. Los cisnes negros son los eventos de cola es decir, aquellos que se ubican a los dos extremos de la curva de Gaus.
Son eventos cuya frecuencia es mínima, pero cuando llegan a ocurrir, alteran la marcha de la historia. El derrame de petróleo en la plataforma “Macondo” de la British Petroleum el 20 de abril fue en verdad un Cisne Negro. Como se verá más adelante, este inesperado evento es una variable determinante en la explicación de por qué el presidente Obama perdió poder y se transformó en lo que se conoce como un “pato cojo”, y ello a su vez impedirá que el presidente Obama cumpla con su programa de política pública destinado a mejorar la calidad de vida de los estadounidenses. Obama fue electo a principios del año 2008 con una amplia mayoría. El ciudadano promedio estaba cansado con la administración Bush y sobre todo con su incapacidad para resolver la profunda crisis económica desatada a fines del año 2007.
Entre las políticas públicas más importantes estaba su programa de salud, su programa para redistribuir el ingreso nacional y su programa de creación de energía limpia y reducir la dependencia del petróleo. El programa de salud también conocido como “Obama Care”, estaba destinado a dar protección y seguro de salud a todos los estadounidenses, particularmente los 50 millones de ciudadanos que no tenían seguro. En su programa de redistribución del ingreso estaba su deseo de terminar con el sistema fiscal regresivo de impuestos y obligar a pagar impuestos a los ricos, todas aquellas familias con más de 250.000 dólares de ingreso por año, volverían a pagar los impuestos que existían durante la administración del presidente Clinton.
En su programa de energía renovable, el presidente, esperaba convencer a la ciudadanía que el catastrófico cambio climático producido por el calentamiento de la tierra, se debe en gran parte, al consumo exagerado de carbón y petróleo. La meta era conseguir que los Estados Unidos usaran automóviles eléctricos, consumir combustibles renovables como el etanol y sobre todo, usar las energías limpias como la energía solar, eólica, corrientes marinas, energía térmica, y sobre todo, energía nuclear.
El presidente logró pasar con éxito la legislación destinada a implementar su política pública de salud, no obstante, hasta allí llegó el cambio progresista o también llamado giro a la izquierda. El cisne negro de abril, cambió todo y abruptamente interrumpió los otros cambios programados.
El desastre del Golfo de México, desencadenó una serie de eventos que nadie podía prever. Entre abril y junio, el desastre ambiental golpeó con fuerza la conciencia de los estadounidenses. La multinacional British Petróleum (BP) demostró ser incompetente y sólo motivada por el interés del lucro a toda costa. El público reaccionó indignado y exigió acción. Obama no tuvo otra alternativa que hacerse cargo del gigantesco problema. Los ejecutivos de BP fueron obligados por el gobierno a hacer enormes concesiones tales como crear un fondo de 20 billones de dólares para compensar los daños, no pagar dividendos y costear el desempleo de trabajadores petroleros cesantes por la catástrofe. Obama ordenó una moratoria de 6 meses en la explotación del petróleo submarino en el Golfo de México y también muchas otras medidas que horrorizaron a la elite capitalista estadounidense. Obama fue acusado de ser un socialista disfrazado, una especie de nuevo Putin que pasaba a llevar el estado de derecho la justicia y la sacrosanta propiedad privada.
Los intereses petroleros que gobernaron al país durante la administración Bush reaccionaron con maquiavelismo y astucia extrema. Crearon un movimiento anti estatista financiaron a los candidatos de extrema derecha al congreso federal, a los congresos estatales y sobre todo a los candidatos a gobernadores de muchos Estados. A este movimiento lo llamaron “Tea Party Movement”, haciendo alusión a los primeros revolucionarios americanos que se revelaron contra Gran Bretaña disfrazados de indios. Los magnates petroleros seleccionaron a cientos de políticos populistas y mediocres pero ultra derechistas y con astucia suprema lograron un enorme triunfo electoral algunos meses después.
El presidente Obama se transformó en un “pato cojo” y hoy no tiene poder para implementar el resto de las políticas públicas que componían su programa progresista. La reforma del sistema político estadounidense que pretendía transformar la oligarquía plutocrática en verdadera democracia, llegó a su fin. Es probable que Obama pierda su reelección y se transforme en otro Carter cuando se realice la elección de 2012. Aquí se ve la historia de un presidente con buenos ideales pero que tenía poco conocimiento de cómo funciona el sistema político estadounidense.
Las líneas que siguen a continuación detallan el cisne negro de abril de 2010 y los sucesos que se produjeron en los meses posteriores hasta la gran derrota política del presidente. Así como Katrina fue el cisne negro de J.W. Bush, Macondo fue el cisne negro de Barack Obama.
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