F. Duque
Cientista Político
Puerto Montt, Octubre de 2010
En los Estados Unidos, por más de 240 años no se ha producido ningún golpe militar. Las autoridades civiles han sido invariablemente respetadas por las fuerzas armadas y la policía. Sobre este tema la constitución estadounidense y otras leyes fundamentales son claras, y no cabe duda alguna que los funcionarios estatales en uniforme han tenido hasta hoy día, cuidado en respetar la autoridad civil, el estado de derecho y la independencia nacional.
¿Cuales son las causas, que han determinado este trascendental fenómeno de efectiva conciencia cívica y ejemplar conducta republicana?
Hay al menos 4 variables explicatorias importantes. En primer lugar el estadounidense promedio ha recibido al menos 12 años de educación, donde cursos de civismo, filosofía y ética ciudadana han sido seriamente tomados por los planificadores y administradores de la educación estadounidense. En segundo lugar, las fuerzas armadas y las policías federal, estatal y local, han recibido una fuerte formación y entrenamiento en los deberes y derechos de los funcionarios públicos en uniforme. Una de estas obligaciones es el respeto a la autoridad civil, legítima y legalmente elegida. Otra obligación y deber fundamental es el de jamás obedecer órdenes de individuos y grupos no autorizados por la ley y particularmente de órdenes o sugerencias provenientes de potencias extranjeras. La constitución federal y las constituciones estatales han sido así exitosamente internalizadas por los uniformados. Aquellos que expresen opiniones antidemocráticas son gradualmente excluidos del sistema de promociones y eventualmente son eliminados de la carrera militar. Hay casos de altos jefes militares que se han atrevido a desafiar la autoridad presidencial. Invariablemente este desacato termina con la destitución o retiro del funcionario en referencia. Un caso reciente fue el del comandante en jefe de las fuerzas estadounidenses en Afganistán. En tercer lugar existen reglamentos que rigen la conducta militar y ellos incluyen penas y castigos para los uniformados que se atrevan a revelarse. La pena de muerte existe para elementos sediciosos y traidores a la constitución y las leyes, sean estos civiles o militares. En este sentido, se debe mencionar que existe el derecho de los ciudadanos a tener y portar armas. La existencia de varios millones de revólveres y fusiles en manos civiles, es otro elemento que inhibe conductas impropias de parte de los funcionarios uniformados.
Finalmente, se da el hecho que los Estados Unidos han logrado crear una poderosa guardia nacional. Este ejército civil paralelo, formado por ciudadanos fuertemente armados, es varias veces superior en efectivos al de las fuerzas armadas regulares. Esta ciudadanía armada se somete a un constante entrenamiento militar. Ellos son ciudadanos comunes y corrientes que desempeñan cargos y tareas propias de la sociedad civil.
Es así como estos 4 factores, pueden utilizarse para explicar la ausencia de golpes de estado exitosos en la gran nación del norte. Naturalmente que la existencia de una poderosa guardia nacional pareciera ser el factor más relevante en la explicación de este fenómeno.
Parece ser que el exitoso golpe militar en Honduras el año pasado, y el fallido golpe militar en Ecuador el 30 de septiembre de este año, así como los cientos de golpes militares que desgraciadamente ha sufrido la región en los últimos 200 años, no habrían ocurrido si Latinoamérica hubiera contado con los 4 factores mencionados.
Las aún frágiles democracias latinoamericanas, deberían aprender de la super potencia del norte y rápidamente crear condiciones similares a la que este país tiene lo antes posible.
En Chile hay una buena experiencia en este sentido. Durante los primeros 30 años de la denominada Republica Portaliana, no se produjo ningún exitoso golpe militar en el país. Esta feliz historia en no poca medida se debe a que el ministro Portales creó una guardia civil formada por más de 50.000 ciudadanos, lo que equivalía a 14 veces el número de soldados con que contaba el ejército regular. (Hoy día, esta guardia nacional estaría conformada por no menos de un millón de ciudadanos). Ella no sólo contaba con poderosos regimientos de infantería, sino que también con regimientos de caballería y artillería pesada. En este ejemplar periodo, ningún militar tuvo éxito en desafiar al poder presidencial. En parte, como resultado de este fenómeno, el país vivió una verdadera época de oro. La república chilena no sólo experimentó tres décadas de un muy acelerado y equilibrado desarrollo socioeconómico, sino que también fue una nación unida y con una verdadera independencia nacional. Todo esto hizo que Chile fuera muy respetado por sus vecinos y particularmente por las principales potencias de la época.
No hay comentarios:
Publicar un comentario